lunes, 19 de noviembre de 2012

Historia Anónima


Historia anónima

Son las 8 de la mañana y hoy, como todos los días, el joven Akil se despierta perezosamente de su cama, se viste y se prepara la mochila para la escuela, un nuevo día ha empezado y tan solo dispone de 1 hora escasa para prepararse antes de que las clases comiencen.

A medida que va desperezándose escucha la llamada de su madre de que el desayuno esta listo, y Akil, aún despeinado con gesto cansado y con lagañas en los ojos, se dispone a ir a la cocina y a comprobar que hay ese día para desayunar y para su sorpresa se encuentra un magnifico plato de tostadas con sésamo y mermelada de higos así como una taza de té por lo que Akil con entusiasmo se dispone a engullir su desayuno con voracidad.

Una vez terminado el desayuno, mira la hora del reloj y aun son las 8:20 por lo que aun dispone de 40 minutos. Así, Akil sin perder más tiempo se dispone a ducharse y a acicalarse para ir de forma correcta a la escuela, no sin antes dar un beso a su madre y despedirse de ella.

Nada más salir de su casa, Akil se dirige hacia su escuela y observa de forma curiosa a un tumulto de gente pasar de forma rápida y callada... Sigue avanzando por su barrio y saluda a un par de conocidos no sin percatarse de que el tumulto de gente va aumentando a medida que va caminando.

Surge entonces en él la duda y se pregunta el porque de tanta gente, no lo entiende ni lo comprende, su barrio no es precisamente un jardín de flores y nunca antes había visto a tantas personas concentradas...

Sin preocuparse más por el tumulto sigue caminando hacia la escuela durante 10 minutos más, hasta que de súbito siente una palmada en la espalda y sobresaltado se gira al comprobar que su amigo Farid lo recibe entusiasta y alegre: - ¡Que tal Akil! ¿Cómo llevas el primer día de escuela?- Le pregunta. - Bien la verdad, aunque he visto una cosa muy rara, había muchas personas concentradas por las calles de mi barrio y nunca había visto tanta gente por allí  le responde Akil, -¿ Pero es que no te has enterado?- Le contesta con asombro Farid, - ¿Enterarme... de que exactamente?- le dice Akil asustado, - Pues.. el caso es que- ¡Ring Ring Ring! En ese justo momento suena el timbre y los amigos se van cada uno a su clase.

Akil, se queda pensativo, reflexionando acerca de lo que le ha dicho su amigo: - ¿ Que es lo que pasa?- Se pregunta para sus adentros, y en ese mismo instante la profesora llega a la clase y les da a todos la bienvenida al nuevo curso y les indica que como acto de inauguración, se realizará una representación teatral en el salón de actos por lo que Akil junto a su clase se dirige entusiasta hacia allí.

Por el camino, Akil saluda a todos sus compañeros y compañeras, y comparte con ellos todas las cosas que ha hecho durante el verano: - Un día fuimos todos a la playa, al otro me monte en una noria, la semana pasada me bañe en una piscina- Contaba Akil.

Sin embargo, a medida que iba relando a sus compañeros sus experiencias, observaba que sus caras no mostraban ni por asomo la alegría de la suya... Si acaso, alguna sonrisa forzada o una ligera palmada en el hombro. Algo pasaba y el ambiente mismo lo decía... Pero ¿ Que diablos sería lo que todo el mundo sabía y el no?

Una vez llegados al salón de actos Akil se sienta junto a su mejor amigo, que para variar también presenta una cara muy seria y preocupada, ( - ¿Acaso habrá suspendido?- Se pregunta Akil para sí mismo) y mientras Akil le da vueltas a la cabeza, la directora del centro comienza a dar su discurso: Que si la bienvenida a los de primer año, que si recordar el esfuerzo y su recompensa, que si cumplir los valores de la escuela y sinfín de notas que va diciendo en su discurso y que provocan en Akil un aburrimiento máximo, por lo que éste solo tiene ganas de salir de allí y averiguar lo que pasa. Así pasan los minutos y las horas, hasta que por fín la profesora da por concluido el discurso, cosa que parece enardecer los ánimos de los compañeros y por supuesto el suyo propio, por lo que Akil se levanta de su sitio, y se dispone a salir tras su compañero Farid cuando de repente se oye un estruendo, lejano y potente a la vez, como si del grito de un titán se tratase

Ante el magnifico y temible estruendo, la directora da orden de mantener la calma ( - Habrá sido un ligero terremoto- Piensa Akil nervioso para sí) Pasan 5 minutos y no se escucha nada más por lo que la directora anuncia que no hay nada que temer, por lo que los chicos reanudan su marcha hacia las clases, cuando de repente se escucha un segundo estruendo, y ésta vez, antes de tener tiempo para siquiera detenerse, se escucha un sonido macabro y todo el techo del edificio se desmorona sobre sus cabezas.

Akil corre como puede y logra abrirse paso en una multitud de niños y profesores asustados que corren como pueden en una carrera por la supervivencia propia, en la que Akil corre sin mirar hacia atrás cuando se percata de que su amigo Farid no está con él.

Temiéndose lo peor, Akil mira alrededor suyo gritando ¡Farid, Farid! Pero lo único que distingue a ver es una extensa humareda y escombros que se caen del techo para dar sepultura a todos aquellos que se quedaron atrás... Atónito ante tal espectáculo, Akil se queda paralizado, por el temor de la situación y por la impotencia que siente.

A medida que observa paralizado como son enterrados vivos sus compañeros y profesores, siente un tirón de la manga y se gira justo para ver como Farid le grita a todo pulmón: ¡Corre!

Corren y corren, esquivan escombros mientras que escuchan sin cesar ruidos y estruendos de explosiones, unas más cercanas, otras muy a lo lejos y no paran de correr insaciables hasta que ambos chicos logran salir de la escuela para ver un paisaje aún mas desolador si cabe.

Con ojos atónitos e incrédulos, los chicos miran lo que antes había sido la calle de la escuela, para ver una calle llena de escombros, de edificios partidos, de personas suplicando auxilio y de cientos de ambulancias abriéndose paso entre las ruinas, que forman personas y escombros a su vez, y que despiertan en Akil una preocupación aún mayor: Su propia casa, por lo que sin pensárselo comienza a correr en dirección a su casa, por un paisaje de muerte y de desolación, en el que el joven chico no se para a pensar el porque de esa situación, ya que lo único que lo preocupa es saber como está su casa, su madre, su padre y su joven hermana, por lo que sigue corriendo hasta llegar a su calle, donde por suerte ve que todo funciona de forma normal.

Akil, se dispone a subir a su casa cuando un coche se le cruza y una mano lo agarra desde el interior... Asustado, intenta zafarse cuando comprueba que es su tío Adhmed que le índica que suba inmediatamente.

Sin pensárselo Akil hace caso de su tio y le pregunta - ¿ Donde están mis padres?- Ante la pregunta su tío baja la mirada y le responde que despues se aclarará todo... Pasan 10 minutos y el coche avanza por las calles de su ciudad, dejando a la vista numerosos derrumbamientos y ruinas – ¿ Que ha pasado tío  Pregunta inocente Akil -¿Ha sido un terremoto?- Su tio, en silencio le indica que no piense ahora mismo en ello... que todo se solucionará en poco tiempo, y éste sigue conduciendo, en un silencio que cada vez gusta menos a Akil.

La monotonía del viaje se hace notar, cuando Akil se percata de que están saliendo de la ciudad, y que como ellos, hay muchos coches ese día en la carretera.

Para distraer el tiempo, Akil decide jugar a su juego favorito en el coche: Adivinar la forma de las nubes (- Esa parece un pez, esa otra se parece a una lampara, la de allí es un algodón de azucar...-) Cuando de repente, aparece ante sus ojos lo más asombroso que ha visto nunca: Un avión tipo Caza, que son los favoritos de Akil, por lo que este, viendo que el Caza se acerca cada vez más, le grita a su tio – ¡Tio, mira, es un caza como el de las pelis de acción igualito al que tengo de juguete!

Ante su emocionado grito, Akil observa que su tio le grita – Sal del coche rápido- Y sin comprender muy bien, porque, Akil le hace caso, sin dejar de mirar al avión, que cada vez esta más cerca, y más cerca y más hasta que de repente suena otro de esos temblores, y otro, y otro más...

Sin embargo Akil, sin prestar atención a estos, se queda atónito mirando como el avión con su elegancia, con su vuelo armonioso y su coraza de metal, se dirige directamente hacia donde él está.

Lo mira con el asombro de un niño que nunca ha visto nada parecido, es todo tan alucinante, que es como si Akil estuviera metido en una de esas pelis de acción que tanto le gusta, es sorprendente el brillo de la coraza reflejado ante los rayos del sol, y la rapidez con la que se acerca, provoca en Akil un grito de júbilo y emoción, ante sublime espectáculo.

Lo mira y lo mira, y aunque su tío tira de él con fuerza, no despega su mirada del cielo... No hay nada mas sorprendente que haya visto, y lo mira, y lo mira, y suena un gran ruido, y se levanta la tierra, y todo a su alrededor tiembla, y ve una luz anaranjada muy cerca de él, siente calor, hace mucho calor, la luz se acerca y el caza ya se ha ido, hace mucho calor... Y sus ojos se cierran.

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